Oscar Martín Rueda
Trato desagradable.
Reservamos con dos días de margen. Al llegar nos situaron en una mesa que empezaba a dar el sol. Les dijimos que nos pusieran el toldo pero que en breve nos iba a dar el sol. Nos indicaron que nos pondrían una sombrilla porque al ser ocho e ir con niños no tenían otro sitio. No nos ponían sombrilla y nos indicaron que esperáramos para que nos dieran una solución. La solución no llegó. Un trato muy desconsiderado. Tuvimos que poner hoja de reclamación y no llegar a los postres. Les dio igual que a los niños les diera el sol. El dueño únicamente se dignó a salir para traer la cuenta. Parece que lo único que les preocupaba era la cuenta. No lo aconsejamos si vais en familia con niños. Hay muchos otros restaurantes que se come mejor y con una mejor atención.